El síndrome cólico es un dolor abdominal junto con otros síntomas similares, aunque puede tener diversos orígenes. Algunos de los síntomas más comunes son: pérdida de apetito, sudoración, mirarse el abdomen, permanecer tumbado, escarbar, revolcarse o adoptar postura de micción.
A diferencia de los humanos, en el caballo el cólico es casi siempre sinónimo de problema digestivo, mientras que los cólicos de riñón, hepáticos, etc., son casi inexistentes. En ocasiones se piensa que el dolor que muestra el caballo se debe a que por algún motivo es incapaz de orinar, ya que adopta esta postura, aunque en realidad es una manera de aliviar la presión del abdomen.
Dentro de los problemas digestivos, lo más habitual son las obstrucciones (comúnmente llamadas "paradas", que suelen resolverse sin necesidad de operar) y los desplazamientos de algún tramo de intestino. Otros problemas más graves son hernias inguinales (salida de un tramo de intestino junto al testículo) o torsiones, que casi siempre requieren cirugía. En todos los casos el cólico es una urgencia y precisa atención veterinaria inmediata.
Factores de riesgo y causas
Son muy pocos los casos en que existe una causa directa del cólico; algunos ejemplos son:
- El consumo de alimentos en mal estado o en cantidades desmesuradas.
- Los cambios bruscos de dieta.
- La privación de agua.
- Los parásitos internos, que en ocasiones pueden llegar a obstruir el intestino.
Sin embargo, la mayoría de veces no encontramos ninguna de las causas anteriores, aunque sí existen factores de riesgo que aumentan la probabilidad de que un caballo sufra cólicos. Éstos son:
- Una dieta pobre en fibra digestible y rica en concentrados.
- Las comidas abundantes.
- La ingesta de arena.
- La falta de ejercicio o, por el contrario, un ejercicio extenuante.
- Problemas dentales.
- La presencia de parásitos internos.
- Las semanas anteriores y posteriores al parto.
Qué hacer ante un caballo con cólico
Ante un caballo que presente un cólico se debe proceder de la siguiente manera:
- Llamar inmediatamente al veterinario para describirle los síntomas que presenta el ejemplar.
- Retirarle el alimento.
- Pasear al caballo o darle cuerda sin fatigarle.
- Si no podemos evitar que se tumbe o se revuelque, le soltaremos en un espacio amplio para evitar que se lastime con las paredes del box.
Qué no hacer
En cambio, jamás deberemos:
- Administrarle medicamentos sin consultar al veterinario.
- Intentar extraer las heces manualmente: una persona inexperta podría llegar a rasgas la pared intestinal, lo cual tendría consecuencias muy graves.
- Administrar aceite por vía oral, ya que si accidentalmente llegara a las vías respiratorias podría provocar una neumonía.
Tratamiento
El objetivo del tratamiento será restablecer lo antes posible el correcto funcionamiento del intestino, evitando posibles complicaciones.
En función del diagnóstico puede ser necesario trasladar al caballo a un centro hospitalario para operarlo (como en el caso de las hernias inguinales). En otros casos, se iniciará un tratamiento en las instalaciones en las que se encuentre el ejemplar.aunque se puede optar igualmente por la cirugía en caso de que la respuesta al tratamiento no fuera bueno.
Debido a la anatomía del estómago, los caballos son incapaces de vomitar. Éste es un de los motivos por los que el cólico es más grave en esta especie que en otras, ya que existe el riesgo de rotura del estómago. Así, parte del tratamiento consistirá en introducir una sonda a través del ollar hasta el estómago para vaciarlo. La sonda también nos permitirá administrar laxantes (vaselina, agua con electrolitos o sales).
Una complicación frecuente en caballos con cólico es la deshidratación, bien porque se acumulan líquidos en el interior del intestino, o por pérdidas (a través de la sonda, o en caballos con diarrea). Por ello, no es recomendable administrar diuréticos (a menos que sea la indicación del veterinario) sino a contrario (en algunos casos serán necesarios los sueros).
Para estimular el movimiento del intestino y facilitar el tránsito de las heces y la expulsión de gases, es conveniente mover el caballo a la mano o la cuerda. Además, el ejercicio también aliviará el dolor en casos leves. En otrso casos se pueden administrar analgésicos (medicamntos contra el dolor) e incluso sedaciones, si el ejemplar no se deja manejar o se revuelca constantemente.
Falsos mitos
- "Es fundamental hacer que el caballo orine". FALSO Si el caballo no orina es porque su organismo detecta una falta de líquidos y no deben administrarse diuréticos.
- "Si el caballo defeca, el cólico está resuelto." FALSO El intestino del caballo mide aproximadamente 30 metros, y el hecho de que defequeno descarta problemas en tramos anteriores.
- "Si no se revuelca, no es grave". FALSO Cada caballo mostrará el dolor de diferentes maneras, y si está muy débil puede que siemplemente está tumbado o quieto, aunque tenga un cólico grave.
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